Banner

Impávido pensamiento

Posted: lunes, 19 de septiembre de 2011 by Alberto Parra in Etiquetas: , , ,
0

Aqui vamos... Ésta es una composición bastante inusual para mi, si se quiere. Sin embargo lo escribí una noche de esas en las que lo único que deseamos es que se acabe. Y lo escribí al darme cuenta de cómo la ira y otros sentimientos negativos pueden ser una fuerte temática dentro de la literatura. Sin embargo me encontraba en la disyuntiva, entre aprovechar el sentimiento o reconocer que los resultados de escribir con tal sentimiento no me caracterizan ni me identifican.
Y pensaba... ¿Cuántos autores no se han arrepentido de haber publicado algo en específico?
Es algo delicado, sin duda... Y sin embargo no por eso dejé de retratar con palabras ésta disyuntiva artística que seguramente muchos autores comparten conmigo.


Pensamiento, impávido pensamiento, haz la gracia de apartarte de mi. Mi tinta no es digna de tal deshonor como para plasmarte en papel. No existe folio, pergamino, no existe papel ni superficie alguna tan desgraciada como para contenerte.


Infame.

Vergüenza de existir deberían clamar tus míseras entrañas. No eres mío, te desconozco. Me fuiste impuesto como pesada carga por tan malévolo autor que ni aún él fue capaz de soportar la atrocidad que representas.
Aléjate de mi, apártate de mis manos que anhelan melodía y canción y acaban destilando tu hedor y miseria. ¿Acaso no me escuchas? Apártate, ¡Aléjate!
Eres tan ajeno a mis dedos que solo sostener la pluma basta para identificarte como extraño, como extranjero, desconocido. No manches mis uñas con la mugre de tu discurso.

Lozana apatía, apodérate de mi. Pero ¿Cómo hacerlo? Si retumba en mi mente un extraño queriendo apoderarse del más sagrado de los trazos sobre éste delicado papel blanco. ¡Aléjate, te digo!
Acaba de una vez con tu inútil vida, ¿Acaso no ves la aberración que representas? Infame criminal de ideas, de inspiración y de arte, devuélveme lo que antes era mi voz, y que ahora resuena a media noche con un timbre ajeno que mis oídos jamás reconocerán.
¿Acaso no me escuchas? ¡Responde! ¡Maldigo el día en que naciste! ¡Maldigo el día en el que brotaste de mi con aparente fiereza artística! Pero ¿Qué estoy diciendo? ¿Acabo de reconocer tu autoría? Maldito pensamiento, que hasta engaños asestas a tu progenitor, sumiéndolo en la vergüenza.
No toques mis manos, no guíes mis dedos a escribir esas líneas lúgubres y oscuras. ¿Qué haces? ¡Que no escribas con mis manos te he dicho! ¡No acuses como de mi autoría una línea que no me pertenece! ¡Cállate y no me obligues a escribir! ¡Por favor!... Ten piedad.

No quiero ser tu autor. Te desconozco. No quiero que me pertenezcas. Te aborrezco. ¿Por qué sigo escribiéndote? ¿Por qué sigo dando a luz a una infamia?
Déjame, déjame por favor. Déjame dormir esta noche y mañana despertar sin señal de tu presencia. Déjame, sólo por hoy. Te lo pido. Te lo ruego. Déjame...

Pensamiento, impávido pensamiento... ¿Ya obtuviste lo que querías? Ahora, por favor, haz la gracia de apartarte de mi.


Copyright © Septiembre 2011 por Alberto Parra
Número de Registro: EHS87-3X1BF-192GK

Arte:

0 comentarios:

Related Posts with Thumbnails